miércoles, 9 de febrero de 2011

Capítulo 1: Me atrae más ella.

Y entonces caí, un dolor intenso se centraba en mi pierna derecha, intenté levantar pero no podía me había hecho bastante daño al caer del porte. Compañeros me ayudaban a levantar mientras la música seguía sonando. Este musical estaba saliendo un desastre, una de las razones es por mi culpa, no estaba bastante concentrada y atenta ya que mis pensamientos buscaban una respuesta a la falta de asistencia de Ben, mi novio. Me dijo que vendría y no lo hizo ¿por qué? Si no podía venir que me hubiera mandado un mensaje al menos ¿no? Así ya no me comía tanto la cabeza. Después de media hora me encontraba en la consulta de mí medico privado.
Doctor: Como suponía, tienes dos huesos de la pierna rotos.
Frederik: ¿Podra bailar doctor? -dijo mi padre preocupado-
Doctor: Si guarda reposo durante unos cuantos meses podrá bailar perfectamente.
Alice: Menos mal... -suspiré-
Después de 10 minutos más en la consulta, salí con una escayola sentada en una silla de ruedas, me sentía inválida. 
Dos meses después...
Canales pasaban mi caída por las noticias del corazón e informativos, criticaban y reían de que la hija del gran bailarín se rendiría y dejaría su carrera por una caída pero eso no era cierto.
Hoy era nuestro aniversario, Ben aparecería por mi casa alrededor de las 19:00. No me dijo ni palabra esta mañana, desde el accidente no esta ilusionado por nada y entre nosotros todo esta empeorando. Me duché y me pusé esto:

A las 18:30 llamaron a la puerta, bajé corriendo y la abrí.
Alice: Sabía que no te olvidarías -dije mientras la abría-
En ese momento me quedé pillada, una sensación que nunca había tenido recorría mi cuerpo. Él estaba allí sí, pero... venía con un acompañante pero no un acompañante cualquiera, cogida de su mano observaba a una chica rubia de ojos azules y brillante sonrisa.
Ben: Eh... esto... Alice... ella es Bella y es mi nueva novia...
Yo no reaccionaba ¿su novia?
Alice: ¿Cómo?
Ben: Me atrae más que tú... lo siento.
Cerré la puerta de golpe dándole en sus narices. Corrí hacia mi habitación subiendo las escaleras de dos en dos mientras mis lágrimas caían por mis mejillas. Sollozaba todo lo que podía y más, ¡que más da! nadie me oiría estaba sola en casa. Me sentí agobiada por todo lo que ocupaba mi alrededor así que salí a tomar el aire. Caminé hasta la playa y me senté en la arena. Atardecía por segundos y eso me ponía aún peor ¿estaba sola viendo el atardecer o todo esto era una pesadilla? De nuevo empecé a llorar, noté como una mano recorría mi espalda...

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